Ojarasca 127 noviembre 2007
Para dejar de ser indio
Cuando ya no quieras ser indio, ve al norte
donde matan a los indios.
(Espero que sepas vivir sin agua
y que puedas nadar.)
Consíguete un celular
y el número del chamán
de la esquina.
Remítele dinero por Western Union
para tu incienso.
Ofréndale humo para dejar de ser indio:
Pena perpetua por dejar de ser indio.
Ve al norte
a donde los kwakiutl queman su prosperidad.
Se limpian
de la envidia
con el fuego.
El dinero en la hoguera emite un incienso
tan fino como el de la sangre humana.
Las diosas de los indios
se vuelven putas.
Trabajan los hoteles de Cancún
y Phuket
mamando al patrón
Don Dinero.
Traen en sus vientres, en su esperma,
mano de obra barata.
Semental para el banquete de los prósperos.
Mina de oro para la verga del Emperador.
¿Cuánto quieres por tus pobres?
—Por gruesa valen tanto
más gastos de envío.
Perro negro
te pasa al otro lado.
Si no vas a ser indio, tienes que olvidar algún idioma cochino
que te enseñó tu madre.
Si tu abuela sabe tejer, cómprate un suéter de acrílico
en la ropa usada, algo que no creció en la tierra.
Olvídate cómo menear el pozol, deja de trenzarte el pelo...
Descubre el Progreso en las telenovelas.
Aprende el inglés y cómprate zapatos que aprietan.
De preferencia ya no camines. Mucho menos con mecapal.
Un caballero siempre va montado en el lomo de los demás.
Con escudo de armas y castillo.
No vayas a construir con lodo.
La tierra es sucia,
del color de los indios.
Tienes que tragar grasa,
quemar petróleo y
hablar a tus hermanos
en un tonito que indique que UD es UD.
Don din don
y que ellos son los indios,
los muchachos a quien les puedes exigir lo que se te pegue la gana.
«Lámeme esto» les podías ordenar.
«Límpiame aquí.»
Consíguete un perro fino. De pura raza.
Si eres gringo, pondrías un nombre maya a tu perra:
Natik, por ejemplo,o Rin Tin Tin.
Los ladinos —indios que ya no son indios—
nombran a sus perros en inglés: Lady, Lassie, Ringo.
Es mal visto ponerle nombre
de gente
a los perros.
Tienes que cambiar de olor, échate perfume de marca.
Si traes lodo en tu pie o apestas a fogón
no tienes utilidad comercial
para los amos.
No sirves de nada
si no compras.
Si quieres dejar de ser indio
ve al norte
a gastar;
aprende a consumir
y sobrevivirás
otro rato.
Ámbar Past
regresa a portada
donde matan a los indios.
(Espero que sepas vivir sin agua
y que puedas nadar.)
Consíguete un celular
y el número del chamán
de la esquina.
Remítele dinero por Western Union
para tu incienso.
Ofréndale humo para dejar de ser indio:
Pena perpetua por dejar de ser indio.
Ve al norte
a donde los kwakiutl queman su prosperidad.
Se limpian
de la envidia
con el fuego.
El dinero en la hoguera emite un incienso
tan fino como el de la sangre humana.
Las diosas de los indios
se vuelven putas.
Trabajan los hoteles de Cancún
y Phuket
mamando al patrón
Don Dinero.
Traen en sus vientres, en su esperma,
mano de obra barata.
Semental para el banquete de los prósperos.
Mina de oro para la verga del Emperador.
¿Cuánto quieres por tus pobres?
—Por gruesa valen tanto
más gastos de envío.
Perro negro
te pasa al otro lado.
Si no vas a ser indio, tienes que olvidar algún idioma cochino
que te enseñó tu madre.
Si tu abuela sabe tejer, cómprate un suéter de acrílico
en la ropa usada, algo que no creció en la tierra.
Olvídate cómo menear el pozol, deja de trenzarte el pelo...
Descubre el Progreso en las telenovelas.
Aprende el inglés y cómprate zapatos que aprietan.
De preferencia ya no camines. Mucho menos con mecapal.
Un caballero siempre va montado en el lomo de los demás.
Con escudo de armas y castillo.
No vayas a construir con lodo.
La tierra es sucia,
del color de los indios.
Tienes que tragar grasa,
quemar petróleo y
hablar a tus hermanos
en un tonito que indique que UD es UD.
Don din don
y que ellos son los indios,
los muchachos a quien les puedes exigir lo que se te pegue la gana.
«Lámeme esto» les podías ordenar.
«Límpiame aquí.»
Consíguete un perro fino. De pura raza.
Si eres gringo, pondrías un nombre maya a tu perra:
Natik, por ejemplo,o Rin Tin Tin.
Los ladinos —indios que ya no son indios—
nombran a sus perros en inglés: Lady, Lassie, Ringo.
Es mal visto ponerle nombre
de gente
a los perros.
Tienes que cambiar de olor, échate perfume de marca.
Si traes lodo en tu pie o apestas a fogón
no tienes utilidad comercial
para los amos.
No sirves de nada
si no compras.
Si quieres dejar de ser indio
ve al norte
a gastar;
aprende a consumir
y sobrevivirás
otro rato.
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