jueves, 21 de junio de 2007

Cheques a punto de regresar al distraído amigo Héctor!!!

El día 21/06/07, Héctor Rodríguez Vega <hectorb_10@hotmail.com> escribió:

Hola Ivan

Yo soy Hèctor Rodrìguez Vega, hace 2 meses perdì unos cheques en Coyoacàn, no se si todavìa los tengas, pero para recuperar ese dinero necesito entregarlos a la Secretarìa de Salud ya que estos ya no se pueden cobrar.

La verdad estoy sorprendido! no imaginè q los fuera a encontrar, yo pensè que ya alguien los habìa cobrado; y aunque no es la gran fortuna si es sorprendente que pase esto en el DF.

Yo vivo en el D.F. , solo que estoy haciendo el servicio social en Querètaro y esos cheques son el apoyo q recibì de los primeros meses.

Por favor si puedes ponerte en contacto conmigo lo mas pronto posible para recuperar ese dinero. Por cierto tienes una pàgina interesante. Muchas gracias
Hola prudente Héctor: pues deja que los desempolve de mi casa, porque sé que andan por allí, y te los entrego en cuanto quieras en Coyoacán, porque allí trabajo. Siempre supe que en algún momento responderías. Los busco, los encuentro, y nos quedamos de ver en mi chamba, que es en la plaza (vendo allí mis poemas). Te mando un correo cadena de mi Patrona, a ver si te late reenviarlo...

viernes, 1 de junio de 2007

Medalla Milagrosa, usémosla!!!




Asociación de la medalla milagrosa

Órigen de la Medalla

En 1830, la Santisima Virgen se apareció en París, calle del Bac, número 140, a Santa Catalina Labouré, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl.
El mensaje principal de estas apariciones ocurridas el 18 de julio y el 27 de noviembre de dicho año fue presenter al mundo una medalla en la que la Virgen aparece como Inmaculada, Reina, Corredentora y Mediadora de las gracias. La Santísima Virgen en persona presentó Santa Catalina el modelo de esta medalla y le dijo:
"Haz acuñar una medalla conforme a este modelo. Todas las personas que la lleven pendiente del cuello recibirán grandes gracias. Si; las gracias serán abundantes para las personas que la lleven con confianza".
Santa Catalina anotó minuciosamente los detalles del anverso y el reverso y confió el mensaje de la Virgen a su Director, el Padre Aladel, C.M. Este, asegurado de la veracided de la vidente, permitió que se acuñara el modelo.


Y ASÍ NACIÓ LA MEDALLA DE LA VIRGEN: LA MEDALLA MILAGROSA
Aprobación Eclesiástica


EN JUNIO DE 1832 empezaba la distribución de las primeras medalllas en París y provincias de Francia. El Arzobispo de Paris, monseñor De Quelen, recibió la primera medallla y para probar su eficacia la colocó bajo la almohada de un sacerdote apóstata, enfermo de gravedad. A las pocas horas, el sacerdote abjuró de sus errores y pidió confesión. Las gentes empezaron a recibir favores extraordinarios al contacto de esta nueva medalla de la Virgen. Entre las conversiones más ruidosas está la de JUDIO ALFONSO RATISBONA. La demanda de medallas rebasó todos los cálculos.
EN LOS CUATRO PRIMEROS AÑOS, el señor M. Vachette, primer grabador de la medalla, tuvo que acuñar 2.047.238 medallas, a un ritmo de casi 45,000 por mes.
EN 1836, monseñor De Quelen, Arzobispo de París nombró un Tribunal Eclesiástico para proceder a una rigurosa investigación canónica de todo lo referente a las apariciones de Santa Catalina y del origen y efectos de la medalla.
DESPUES DE DIECINUEVE SESIONES e infinidad de interrogatorios, el Juez concluyó que:
CONSIDERANDO
LA RAPIDEZ extraordinaria con que la Medalla se ha propagado según la información oficial suministrada al Tribunal.
EL NUMERO asombroso de medallas acuñadas y distribuidas.
LOS PRODIGIOS clamorosos obtenidos.
LAS GRACIAS especialísimas que los fieles han recibido. . . parecen señales por las que el cielo quiere confirmar la autenticidad de las apariciones y la verdad de su contenido. Y . . .
PUEDE APROBARSE LA ACUÑACION Y PROPAGACION DE LA MEDALLA
Monseñor De Quelen en Exhortación Pastoral recomendó a los Fieles de su Archicofradía llevaran la Medalla y repitieran la jaculatoria grabada en su contorno: Oh María sin pecado concebids, rogad por nosotros que recurrimos a Vos

Los Papas y la Medalla Milagrosa


GREGORIO XVI autorizó la acuñación de la medalla para toda la Iglesia. El mismo la colocó sobre su mesa de estudio, al pie del crucifijo y la daba a las muchas personas que le visitaban.
PIO IX aprobó la Archicofradía de la Medalla Milagrosa en la Parroquia de San Ginés de Madrid, en febrero de 1845. Este Pontífice implusó la propagación de la medalla que siempre consideró como prenuncio del dogma de la Inmaculada Concepción. Pío IX fue quien aprobó que pudiera instituirse en todo el mundo la Asociación de Hijas de María, usando como emblema la Medalla Milagrosa.
LEON XIII es el Pontífice que más privilegios ha otorgado a la medalla. El primero fue conceder 300 días de indulgencias, cuatro veces al día, a cuantos dijeran cuatro veces la invocación:; ¡Oh María, sin pecado . . .!
Este Pontífice instituyó en 1894 la fiesta del 27 de noviembre y concedió indulgencia plenaria a todos las fieles que arrepentídos, confesados y habiendo comulgado, visitaran en dicho día cualquier iglesia u oratorio anejo a las casas de los Padres Paúles o de las Hijas de la Caridad.
PIO X facilitó el que todos los fieles puedan pertenecer a la Asociación de la Medalla Milagrosa con sólo recibir la imposición canónica de la medalla y llevaria colgada del cuello, sin necesidad de inscribir sus nombres en registro especial. Concedió 100 días de Indulgencia * cada vez * se repita la Invocación: ¡Oh María . . .!
BENEDICTO XV enriqueció también con privilegios especiales la Medalla Milagrosa, entre otros, 100 días de indulgencia cada día "sólo" por lievar puesta la Medalla Milagrosa.
PIO XI concedió "in perpetuum" 300 días de indulgencia a todos lost fieles cuantas veces reciten la jaculatoria: ¡O Maria, sin pecado . . . !
Este Pontifíce sentía gran entusiasmo por la estatua de la Milagrosa, en la primera fase de su segunda aparíción, sosteniendo el globo terráqueo en sus manos. Y fue él quien la intituló REINA DE LAS MISIONES Y REINA DEL MUNDO.
PIO XII no dudó en canonizar a sor Catalina Labouré. la Vidente de la Virgen e instrumento inmediato para la acuñación de la medalla. Su canonización es la aprobación indirecta, pero irrebatible, de la veracidad y autenticidad de la medalla.
JUAN XXIII fue el gran devoto de la Milagrosa, quien cuando apenas era ayudante de la Congregación de Propaganda Fide supo convencer a todos para que Nuestra Señora del Globo (la Milagrosa en su primera aparición del 27 de noviembre) fuese reconocida y proclamada como Reina de las Misiones.
PABLO VI acaba de enriquecer los cultos a la Virgen Milagrosa otorgando nuevas y múltiples indulgencias a cuantos asistan un día siquiera a lost Triduos o Novenarios en su honor o se impongan esta sagrada medalla.

Los Santos modernos se enamoran de la Medalla


-SANTA BERNARDITA era Hija de Maria y llevaba la cinta azul y la Medalla Milagrosa.
-SANTA TERESITA desde muy pequeña llamaba a la Milagrosa la Virgen de la sonrisa. Ella le curó de una gravisima enfermedad. Su nombre figura entre las Hijas de Maria insignes.
-EL SANTO CURA DE ARS la veneraba en su parroquia y mandaba a sus penitentes postrarse ante Ella.
-SANTA MARIA GORETTI, tambien Hija de Maria, llevaba la Medalla Milagrosa cuando prefirió la muerte al pecado.
-SANTA MICAELA DE STMO. SACRAMENTO se enamoró de la Medalla Milagrosa durante su estancia en París y la llevó toda su vida. Tradujo al español las primeras publicaciones acerca de la medalla.
-LOS MARTIRES DE UGANDA entraron en la hoguera del martirio con la Medalla Milagrosa colgando de su cuello.
-SAN JUAN BOSCO Y SAN ANTONIO MARIA CLARET profesaron también tierna devoción a esta medalla prodigiosa.
-LOS BEATOS JUSTINO DE JACOBOIS y JUAN GABRIEL PERBOYRE fueron los Apóstoles de la Medalla como misloneros de Abisinia y China. respectivamente.
-LOS NUEVOS MARTIRES DE LA CHINA ROJA la veneran y conservan como talismán, instruidos como están por los Padres Paúles franceses, que tenían en China más de veinte Vicariatos y habían logrado en sus territorios jurisdiccionales casi dos millones de cristianos.

La Medalla que cubre la tierra

La consigna que la Virgen dio a Santa Catalina y ésta urgió toda su vida, hasta en la misma agonía, fue que se PROPAGARA, que se distribuyera la medalla:
“HAY QUE PROPAGARLA . . .” fueron las palabras que más repitió durante su vida.Estos deseos de la Santísima Virgen, expresados por Santa Catalina, han sido durante 103 años “santo y seña” de los Padres Paúles, y las Hijas de la Caridad, a quienes ha confiado principalmente lá Santísima Virgen la propagación de su medalla.
HOY. EN DIA. . . la medalla cubre las tierra. La conocen los malgaches de Madagasca y los kondos de la India; en China, Australia, Formosa, lo mismo que en Inglaterra, Alemania o Polonia tiene altares y se la venera con culto especial.
ESTADOS UNIDOS repoare anualmente alrededor de cinco millones de medallas.
ARGENTINA distribuye un promedio de 500,000.
BRASIL, un millón
FRANCIA alcanza cifras astronómicas, ya que solamente los peregrinos que visitan la Capilla del Bac, en París, se acercan al milíón en estos últimos años.
ESPAÑA, a través de las 1.200 Residencias de Hijas de la Caridad y las 40 de Padres Paúles, distribuye anualmente más de un millón de medallas en Hospitales, Clínicas y Consultorios, iglesias de culto y en las Misiones Populares. Podemos decir que el 25 por 100 de los españoles conocen y muchos llevan con devoción la medalla que por antonomasia es:LA MEDALLA MILAGROSA

ASOCIACION CENTRAL DE LA INMACULADA DE LA MEDALLA MILAGROSA
ALONSO CANO 16, telefono 257 94 54 MADRID - 3
(Con licencia eclesiástical)
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Súplica de la Medalla Milagrosa Se reza a las 5 de la tarde del 27 de noviembre, Fiesta de la Medalla Milagrosa,y en las necesidades urgentes, cualquier día, a esa hora.

Oh Virgen Inmaculada, sabemos que siempre y en todas partes estás dispuesta a escuchar las oraciones de tus hijos desterrados en este valle de lágrimas, pero sabemos también, que tienes días y horas en los que te complaces en esparcir más abundantemente los tesoros de tus gracias.

Y bien, oh María, henos aquí postradosdelante de Ti, justamente en este día y hora bendita, por Ti elegida para la manifestación de tu Medalla.

Venimos a Ti, llenos de inmensa gratitud y de ilimitada confianza en esta hora por Ti tan querida, para agradecerte el gran don que nos has hecho dándonos tu imagen, a fin que sea para nosotros testimonio de afecto y prenda de protección. Te prometemos, que según tu deseo, la santa Medalla será el signo de tu presencia junto a nosotros, será nuestro libro en el cual aprenderemos a conocer, según tu consejo,cuánto nos has amado, y lo que debemos hacer para que no sean inútiles tantos sacrificios tuyos y de Tu Divino Hijo. Sí, Tu Corazón traspasado, representado en laMedalla, se apoyará siempre sobre el nuestro y lo hará palpitar al unísono con eltuyo. Lo encenderá de amor a Jesús y lo fortificará para llevar cada día la cruz detrás de Él.

Ésta es tu hora, oh María, la hora de tu bondad inagotable, de tu misericordia triunfante, la hora en la cual hiciste brotar, por medio de tu Medalla, aquel torrente de gracias y de prodigios que inundó la tierra. Haz, oh Madre, que esta hora que te recuerda la dulce conmoción de Tu Corazón, que te movió a venirnos a visitar y a traernos el remedio de tantos males, haz que esta hora sea también nuestra hora, la hora de nuestra sincera conversión, y la hora en que sean escuchados plenamente nuestros votos.

Tú, que has prometido justamente en esta hora afortunada, que grandes serían las gracias para quienes las pidiesen con confianza: vuelve benigna tu mirada a nuestras súplicas. Nosotros te confesamos no merecer tus gracias, pero, ¿a quién recurriremos oh María, sino a Ti, que eres nuestra Madre, en cuyas manos Dios ha puesto todas sus gracias? Ten entonces piedad de nosotros. Te lo pedimos por tu Inmaculada Concepción, y por el amor que te movió a darnos tu preciosa Medalla. Oh Consoladorade los afligidos, que ya te enterneciste por nuestras miserias, mira los males que nos oprimen.

Haz que tu Medalla derrame sobre nosotros y sobre todos nuestros seres queridos tus benéficos rayos: cure a nuestros enfermos, dé la paz a nuestras familias, nos libre de todo peligro. Lleve tu Medalla alivio al que sufre, consuelo al que llora, luz y fuerza a todos. Especialmente te pedimos por la conversión de los pecadores, particularmente de aquéllos que nos son más queridos. Recuerda que por ellos has sufrido, has rogado y has llorado. Sálvanos, oh Refugio de los pecadores, a fin de que después de haberte todos amado, invocado y servido en la tierra, podamos ir a agradecerte y alabarte eternamente en el Cielo.

Amén.